En pantalla: Duro de Cuidar


Título Original: The Hitman's Bodyguard
Director: Patrick Hughes
Elenco: Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Élodie Yung, Salma Hayek, Gary Oldman.
Guión: Tom O'Connor
Duración: 118 Minutos
Calificación: Recomendada para mayores de 17 años
Sinopsis: Michael Bryce, un guardaespaldas en decadencia, debe proteger a Darius Kincaid, un asesino a sueldo que puede convertirse en el testigo clave para conseguir la condena de un peligroso dictador europeo ante la corte internacional de justicia.

Ryan Reynolds es un actor que ha dado un giro enorme a su carrera: pasó de las comedias románticas a las películas para adultos con gran éxito, convirtiéndose en un actor con una marca de comedia bastante definida, que logró dar grandes frutos con "Deadpool". Ahora, junto a Samuel L. Jackson, otro actor con un estilo de acción muy definido, ambos crean una película de acción y comedia que nos dejará riendo un buen rato.

La película nos muestra a Michael Bryce, un agente especializado en extracción de personas improtantes que cae en desgracia tras perder a uno de sus clientes en un asesinato. Dos años después, Bryce trabaja como agente de poca monta hasta que su ex, una agente de INTERPOL, le pide llevar a Darius Kincaid, un peligrosísimo asesino a sueldo, a la corte internacional de La Haya, dónde debe declarar para lograr condenar a un dictador bielorruso por crímenes contra la humanidad. Durante el camino, un grupo de mercenarios buscará eliminarlos para que no logren su cometido.

Vi la película en un cine lleno, y debo decir que disfruté mucho la experiencia: el estilo de comedia de la película es un asalto constante de bromas que surgen del choque de personalidades entre Bryce y Kincaid, que siempre están peleando acerca de cómo deberían enfrentarse a los perseguidores que van tras ellos: Kincaid es un asesino nato con armas y ataques cuerpo a cuerpo, mientras que Bryce emplea el sigilo y la lucha cuerpo a cuerpo con métodos no letales. La comedia entre ambos es constante, y funciona con éxito.

Otra cosa que me gustó mucho fueron las actuaciones del resto del elenco: la película logra balancear los momentos serios con las más ridículos gracias a que los actores son capaces de crear personajes convincentes. También, las escenas de acción me resultaron bastante buenas, ya que lograban insertar comedia en momentos en los que la cosa se ponía bastante seria, pero nunca distraía.

El único reparo que tengo con la película es que si bien se plantea como una comedia de acción, creo que resultó un poco extraño ver la resolución final de la película, que hacía pensar que pudo abordarse de mejor manera, incluso cuando esta es una película para mayores de 17 años, que garantiza violencia y lenguaje fuerte sin tapujos. También, los momentos más románticos de la película se sienten un poco fuera de lugar, pero sirven a la comedia de la historia.

Una película que hará reír a carcajadas a los fanáticos de la comedia, y que emocionará a los fanáticos del cine de acción. Sin duda, Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson tienen gran química en pantalla, pero esta película molestará a quienes no disfrutan de los cambios tonales repentinos.

Escrito por Mario.
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