En pantalla: La Forma del Agua


Título Original: The Shape of Water
Dirección: Guillermo del Toro
Guión: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
Historia: Guillermo del Toro
Elenco: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Shannon, Michael Stuhlbarg,
Duración: 123 Minutos

Guillermo del Toro es uno de los cineastas que más ha mantenido un estilo propio en sus películas, apostando siempre por una fantasía oscura que ofrece algo especial en cada género en el que incursiona, apostando por géneros como los superhéroes, el terror, y el drama de guerra. Ahora nos trae un romance que es una de las películas más bellas de los últimos años.

"La Forma del Agua" es la historia de Elisa, una mujer muda que trabaja como personal de limpieza en una instalación secreta de Estados Unidos durante los años 60, con la guerra fría en su punto alto. Un día, una criatura es transportada a cargo de Richard Strickland, un sádico que capturó a dicha criatura en Sudamérica. Con el tiempo, Elisa es capaz de comunicarse con la criatura, y comenzará a formar un lazo que se verá amenazado de formas impredecibles.

Ver esta película se sintió como ver un cuento de hadas romántico hecho para los que ya crecimos. Por esto mismo, el ambiente que logra la película es una fusión de película de monstruos, cuento de hadas, película de fantasía, thriller, y mucho más, y lo logra sin que la película se sienta forzada, o descuidando alguno de los aspectos que acabo de mencionar. Cuando la película terminó, sentí que había visto un romance de película de fantasía como los que veía cuando niño, y no pude evitar emocionarme.

Sally Hawkins logra una papel increíble, y nos transmite todos los sentimientos que su personaje siente con sutiles movimientos de su rostro y cuerpo. Michael Shannon demuestra que pocos actores hacen villanos como él, marcando presencia y haciéndonos temer cuando su cara está en la escena. También quiero destacar el papel de los personajes secundarios: Octavia Spencer da vida a una mujer que debe soportar los prejuicios raciales de la época, Richard Jenkins es un hombre que sufre debido a su sexualidad, y Michael Stuhlbarg encarna a un doble agente soviético que solo quiere poder hacer lo que eligió como profesión.

La historia de la película queda clara en los primeros minutos, y luego veremos que cada personaje tiene una motivación para sus acciones, por lo que la trama se sentirá muy bien llevada por los personajes más que por cosas que la trama necesita que sucedan. El guión también premia el ver la película por segunda vez, porque nos daremos cuenta de que muchos detalles de la trama fueron anticipados sutilmente con antelación. Además, el diseño de producción de la película es hermoso, y demuestra que hubo atención en lograr que la película realmente se sintiera de la época en la que se ambienta, pudiendo ver lugares como una cafetería, la instalación secreta, casas con artefactos de la época, y mucho más.

También es importante aquí la música, la cuál usa tonadas que suenan de la época, con composiciones instrumentales que sonarán sin estorbar en la acción principal. Me gustó mucho una escena en particular que hace tributo a las películas clásicas de la época dorada de Hollywood, la cuál no detallaré para no dar spoilers.

El único punto en contra que tuve con la película es que el contenido sexual es un poco abundante para la atmósfera que la película busca crear y hacernos sentir. Un par de párrafos más arriba dije que esta película era un cuento de hadas para los que ya crecimos, y dentro de eso se puede justificar la existencia de este contenido, pero hay veces en las que siento que esto se pudo haber rebajado, pese a que me gustó la forma en la que se mostró el trato que se daba a los homosexuales en la época.

Sin duda una obra maestra que logra confirmar que Guillermo del Toro es un director que debe tener toda la libertad que quiera para hacer lo que se le pare la gana.

Escrito por Mario. 
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